22 de abril de 2010

Ni siquiera nada

Cuando no se te cae ni una meretriz idea, no hay más remedio que hacer ruido. Cuando sentado a la vera del río, empieza a menguar la carnada, lo único que queda es mirar al cielo: tal vez se pueda pescar la caída fugaz de una estrella cansada.



Camino al Momentenario

“El Momento es un ser antropomorfo, característicamente masculino. Expulsado de la Gran Vagina Existenciaria corre siempre hacia delante en una carrera sempiterna por dejar atrás a sus congéneres, sin darse cuenta de que lo único que llega primero es la punta sinuosa de su falo erecto”. Sigmundo Freire, Rexus.

Tiempo es dinero

Los mendigos se agolpan en las veredas. Cuando el transeúnte pasa le clavan una mirada ciega y al mismo tiempo ruegan: “¿No tiene un momento que me dea?”. Urbanana frita.

Tiempo al tiempo = tiempo al cuadrado

“Los biógrafos de Penélope no hicieron más que confirmar la inexistencia de un amante que nunca llega, pero sin haber podido descifrar aún el misterio de la espera. Al parecer, la última frase de su diario encierra la clave: El tren se nos va todos los días”. En pampamar y la vía lechera: Crónica de amantes perdidos.



2 comentarios:

Sergio Francisci dijo...

Brillante y fugaz. Semejante a la sombra de una estrella cansada.
No muestre tanto sus virtudes: podría resultar herido de trabajo comunitario perpetuo.
Un salú.
Una reveré.

ufano trujamán dijo...

Ja! Como siempre, la gran protagonista es la varita de virtudes (animoto en este caso: ¿inánimatas?), nosotros sólo somos espectadores espectados, perpetuados en el intento. Abrazo largo!