salida de ayer a la
noche en fenicia. mesa para cuatro con los muchachos, circulando en el medio de
risas y música por donde pintas de cerveza smoking y pichincha se acobijan en
las palmas. que sienten el líquido en perfecto equilibrio spinoziano de
movimiento y reposo, retenidas por los vasos que sin chistar van a los labios y
derraman su brebaje liquidoso a raudales en la hospitalaria cavidad de la
garganta.
el pub que de a poco va
perdiendo gravedad cuando empiezan a flotar los pensamientos con la
concentración de las formas, de los rostros encendidos y cándidos mostrando
menos que insinuando y en busca de un cuerpo ya late la noche.
salida de fenicia en la puerta
de ayer. una chica fuma apoyada en la pared y le pregunto por su remera en espejo
que dice break the floor. yo sin poder arriesgar una interpretación a lo que ella
se adelanta y me dice como quebrar el suelo o… rajar la tierra. y atónito me
abate, solo admiración de yo tantos años estudiando y ella en un segundo convertirse
en la gran traductora nocturna que conmueve y quita el álito sin ningún tipo de
intenciones. que como suele siempre se escapa insólitamente mientras le
contemplo la espalda de exquisita cebada acompañando su caminar de agujero
negro
que todo lo absorbe
se aleja desaparece
me deja y se va
no sin antes
no sin antes
moverme el piso